Porque aunque en realidad no sea una novedad, para muchos supone una nueva forma de ver la alimentación, basar tu alimentación en los ultraprocesados no es lo mejor para la salud, y que la real food ayude a concienciar sobre esto no puede sino aplaudirse, pero básicamente el éxito radica en que emplean YouTube e Instagram como herramientas de comunicación masiva, sazonan sus explicaciones de ejemplos prácticos, paseos por los supermercados y cuadros explicativos de qué es comida real y qué no. Su mensaje es visual, concreto, fácil de entender por cualquiera e invita a compartirlo, a propugnar a los cuatro vientos las bondades de este estilo de vida, que se presenta como un tipo de resistencia heroica frente a la supuestamente maligna y poderosa industria alimentaria.
Algo también muy reseñable es que la real food llama la atención sobre los alimentos etiquetados como “light”, “0%” y “saludables” que en realidad no lo son, así como sobre los productos destinados a un público infantil que son en esencia un contenedor de azúcar y aditivos con un valor nutricional nulo. Descubrir que se ha estado comprando esto confiando en unas bondades inexistentes convierte a uno en seguidor absoluto de la real food de forma inmediata.
En definitiva y a modo de resumen, este movimiento está basado en comer sano para estar sano; se suele decir que somos lo que comemos y el real food en cierta manera, lleva esa expresión a rajatabla, “si comes sano, pues estas sano”.
No es es un movimiento ni una dieta para adelgazar, se trata de comer alimentos naturales pero es cierto que ordenando nuestros horarios de comidas y eliminando de nuestra dieta ultraprocesados y alimentos superfluos estaremos mucho más sanos y seguro que no tan rellenos.
Como casi todas las cosas de la vida, si utilizamos la cabeza y pensamos en qué, porqué y para qué comemos y haces lo que te dicte, eres un Realfooder de puta madre.
6 comentarios en «Realfood»
Me parece un gran artículo. Muy esclarecedor.
He tenido la suerte de probar, tanto el cava como las nueves y las almendras fritas. Realmente es un producto de muy buena calidad y con el que aciertas seguro.
Estoy totalmente de acuerdo con la interpretación del realfood, como una corriente que ha vuelto a poner encima de la mesa la comida que defendían nuestros abuelos, pero con conocimiento de causa y desmantelamiento de falsos mitos de la industria alimentaria. Motivada por el movimiento, en mi búsqueda de una alternativa sana para mis snacks, probé las almendras de la marca y encontré un producto sano, de calidad y con sabor.
Gracias por el artículo, Fernando, la verdad que se agradece un poco de visibilidad de los “alimentos de siempre”, pues hoy en día resulta extremadamente complicado encontrar productos “realfooding” en los supermercados, más aún siendo los etiquetados como sanos algunos de los ultraprocesados más comunes.
Artículo muy interesante y a tener en cuenta sobre los productos de proximidad y el «Realfood»,
Corroboro la calidad de los productos que esta empresa ofrece.
Poco que decir a los comentarios anteriores. Un gran articulo. En mi poco experiencia en la cocina, intento también comer productos frescos y seguir la comida tradicional de los abuelos. Aunque he de confesar que a veces es difícil.
Recomiendo, tanto el champan, como las nueces y que decir de las almendras. Todo exquisito.